Os recomiendo echar un vistazo a una pequeña introducción sobre la Luna.
Antes de empezar a hablar sobre la Luna en Escorpio, tendremos en cuenta en qué posicionamientos astrológicos, así como otros elementos, puede aparecer dicha Luna:
Antes de empezar a hablar sobre la Luna en Escorpio, debemos tener en cuenta que los posicionamientos como Sol, Luna y Ascedente en Escorpio siempre auguran que el niño o niña vivirá en un hogar donde la relación de los padres será traumante para él o ella. Esto puede verse mucho más enfatizado en el Ascendente en Escorpio, pero, de la misma manera que Capricornio serán problemas con el padre y Cáncer problemas con la madre, en Escorpio hablaremos sobre la relación de los padres y ellos como conjunto. El nativo, cuando sea mayor, constantemente huirá de las relaciones íntimas, que no sexuales, para no vivir o repetir la dinámica entre sus padres o las experiencias que vivió por causa de ellos.La madre pudo temer por el niño o ella misma durante el embarazo. Incluso pudo haber vivido algún aborto previo al nacimiento del nativo o vivir la muerte de alguien muy cercano mientras llevaba al bebé en su vientre. El miedo a la maternidad también es algo recurrente en las progenitoras de los nativos con esta Luna (no se sienten preparadas para ser madres o no quieren al niño). Si ninguna de las causas anteriores coinciden, el terror pudo venir por temer un parto complicado y, en consciencia, muchas personas con Luna en Escorpio o Luna en Casa 8 son niños que han nacido con complicaciones ya sean para ellos o la madre. Por ejemplo, yo tengo la Luna en Casa 8 y tuvieron que sacarme con fórceps.
La cuestión es que el miedo está presente en algún momento del embarazo, ya sea porque la madre cree que a su bebé o a ella va a ocurrirle algo.
Las madres de estos nativos pueden ser vistas como “vampiros” por su intensidad y poder sobre su hijo, que siente que su madre le absorbe la energía hasta vaciarlo, mientras ella parece ser incapaz, en algunas situaciones, de ayudarlo o estar cuando la necesita. El hijo está por la madre, pero la madre desaparece o no actúa cuando éste la necesita.
La madre es intensa desde su nacimiento. Ambos pueden tener una conexión especial, ya que la progenitora sabe qué necesita el niño antes de que éste lo sepa, se anticipa todo el tiempo, y puede llegar a sofocar a su hijo, al que no deja decidir o vivir las experiencias por sí mismo. Si esa intensidad y absorción (sobreprotección) de la madre es demasiado profunda, el niño puede no saber quién es o qué desea sin la opinión de su progenitora.
Es común que las personas con Luna en Escorpio vivan períodos donde detesten o no quieran estar cerca de su madre. Más tarde se sienten culpables y pueden volver al lado de su madre.
El niño con esta Luna necesita seguridad afectiva, contacto físico, pero ese contacto le llega a asfixiar y esa protección familiar se siente como un ataque. La persona con Luna en Escorpio quiere ser todo para la madre y la familia, pero al mismo tiempo quiere tener su propia identidad y no atarse a la madre ni a su familia. Quiere ser parte de su familia sin perder su individualidad.
Las pérdidas alrededor del nativo serán constantes. Escorpio es un signo que te hace estar en constante contacto con la transformación (no tan intensamente como ocurre con el Ascendete): la pérdida de algo que creíamos nuestro para transformarlo en algo completamente nuevo que perecerá en el futuro. Sin embargo, no debemos reducir "pérdida" a muerte, sino que también haremos referencia a las pérdidas económicas o afectivas durante su vida (especialmente por parte de sus padres por lo mencionado al principio del post).
El niño con Luna en Escorpio llega al mundo como si hubiera ganado una guerra. Esa guerra ocurrió en el vientre de la madre, que pudo haberse vivido como una experiencia de supervivencia. Por ello, el niño vivió el embarazo como una guerra que ha ganado porque ha logrado nacer. Una de las cualidades más llamativas de esta Luna es la “supervivencia”. Por eso la sensación del niño en haber ganado una guerra al nacer. Esto ocurre porque, a parte del miedo materno, la madre pudo haber vivido una situación límite, como un accidente, y sobrevivir durante el embarazo.
Habiendo enfrentado estas complicaciones, el nativo ya ha percibido desde el vientre de su madre que su entorno es hostil, el dolor es constante e incluso ha tenido que sufrir para llegar a la vida (un parto complicado o unos primeros años difíciles). Si no lucha, si no sabe sobrevivir, no será querido por sus padres.
Es común que los niños y niñas con esta Luna sufran problemas de alimentación desde temprana edad: la madre no tiene leche, la leche materna le hace mal o rechaza la teta... Teniendo la Luna en Casa 8 (Escorpio) tuve problemas para alimentarme de la leche materna porque mi cuerpo no la aceptaba, terminaba vomitándola, y mi madre tuvo que optar por otras alternativas que no fueran la suya.
Cuando son más mayores, los padres (en especial la madre), por ser la Luna, puede tener problemas de salud, aunque puede ocurrirle a otros miembros de la familia. Por ejemplo, si tenemos una Luna en Casa 8 es probable que sean los abuelos y no los padres, ya que la Casa 8 hace referencia a los ancestros, los abuelos, los bisabuelos, etc.. Si no es un problema de salud, la familia afrontará problemas económicos que, dependiendo de los aspectos que comparta y cómo esté aspectada su Casa 8, serán más o menos graves. Recordemos también que la Casa 8 hace referencia a la herencia, el dinero de los que somos dependientes.
A pesar de ser una Luna complicada, si el nativo es consciente y sabe utilizar la fuerza de su posicionamiento, tiene en sus manos una Luna muy poderosa (hay que hacer más caso a la intuición). No obstante, debe tener cuidado en saber canalizar la intensidad de la energía de esta Luna para que no se vuelva en su contra y termine acarreándole problemas de salud a cualquier nivel, pero especialmente emocionales.
Esta Luna vivirá muchas crisis emocionales durante su vida, en un intento de despertar el poder que guarda, y deberá convertir esas crisis en algo a transformar que le sirva en el futuro como herramienta. La problemática de estas crisis es que los nativos no suelen direccionarlas hacia la transformación, sino más bien a interiorizarlas por su intensidad. Son crisis tan intensas que la persona con esta Luna no sabe procesar la crisis en cuestión. Esto llevará a la persona a repetir las mismas situaciones constantemente hasta que sea capaz de encontrar el camino y convertirse en el alquimista perfecto (transformar el dolor en fuerza).
Si esa energía tan intensa se trabaja con cabeza, esta Luna es sanadora, creativa y con una intuición muy fuerte. También son muy buenos para escuchar y dar consejos a la gente, pero no consejos superfluos, sino de aquellos profundos que te dejan aturdido durante unos días. Son personas que sienten intensamente, así que no dejarse llevar por emociones negativas será una obligación para no convertirse en un individuo capaz de dañar profundamente a cualquiera que se cruce en su camino. Esto se consigue entregándose a los demás y dejar de controlar y ocultar sus emociones. Hay que exteriorizarlas y mostrar el dolor y su incomodidad, ya que no es una debilidad y no todos usarán ese dolor para hacer daño.
Por todo lo vivido durante la infancia, son personas con facilidad para conectar con el dolor ajeno, por eso es la Luna de los psicólogos, y se convierten en personas capaces de calmar ese dolor con su presencia. Deben aprender cómo transformar ese dolor para enseñarlo a los demás después.
La Luna en Escorpio otorga una conexión profunda con nuestro interior, nuestra sombra. De esta manera, son personas que saben ver las sombras de los demás, así como las intenciones y leer entre líneas. Muchos de estos nativos pueden disfrutar de profundizar en sus emociones negativas, en esa tormenta interior que nunca sale al exterior, y buscar allí su resiliencia, un tesoro interno que más tarde usarán para ayudar a los demás.
Esto último puede ser un arma de doble filo, ya que conocer tan bien los aspectos negativos de la psique llevará a la desconfianza. Son personas que están esperando que la otra persona saque su doble cara, su lado maligno, y demuestre que tenía intenciones retorcidas. Esto ocurre porque es lo que han vivido en su hogar: donde parecía existir una pareja que se quería y respetaba, realmente existían dos personas que se odiaban y utilizaban su vínculo para hacerse daño. Por esta razón, es muy común que una persona con esta Luna pase un tiempo poniendo a prueba a cualquier persona que entre en su vida sin que el otro se percate. De esta manera, evitará llevarse una decepción o un sufrimiento innecesarios cuando crea que el momento de abrirse ha llegado.
En el ámbito laboral, son personas que trabajan muy bien bajo presión.
El nativo, en muchas ocasiones, encontrará la seguridad en el conflicto, en la lucha o en el dolor. El amor y la seguridad se consiguen a través del conflicto, el sacrificio y la pérdida, así que algo que parezca muy sencillo o feliz puede ponerle los pelos de punta. Es típico en estas personas sentir que, cuando están pasando un período de felicidad plena, algo va mal o algo malo está a punto de pasar.
La sexualidad es mal vivida en esta posición. El nativo necesita el contacto físico con las personas, pero al mismo tiempo lo rechaza porque le teme y, por ello, son de dar cariño poco a poco: un toque, una caricia sutil, un golpecito en la espalda... Esto no quiere decir que nunca sean cariñosos, sino que, al principio, pueden ser reacios al contacto. Si una persona demasiado cariñosa irrumpe en su vida puede lo confundirá y se retraerá, no queriendo recibir cariño de esa persona por miedo a que le pidan a cambio algo demasiado valioso (abrirse a esa persona, por ejemplo).
Además, el tema de la envidia, los celos, la posesividad y los rencores deben cogerse con pinzas, ya que es una Luna familiarizada con vivir intensamente, pero no exteriorizarlo nunca. Todo se vive por dentro.
El nativo será capaz de entregarse por aquellos a quienes adora, pero también tendrá la fuerza para destruirlos si estos le hieren o decepcionan. A pesar de que a algunos pueda molestarles, esta Luna es rencorosa y no perdona fácilmente. Pueden esperar tanto tiempo como sea necesario para devolverte lo que tú les hiciste en el pasado.
Estas personas permiten que las personas que quieren las “coman”. Es importante que sepan poner límites, especialmente con la familia y su madre, ya que pueden hacerse daño o quitarse de sus necesidades para mantener a los suyos felices. Esta actitud les traerá problemas en el futuro porque el simple hecho de formar una familia o unirse a alguien se relaciona a una sensación de asfixia que vivió anteriormente.
La Luna en Escorpio parece estar huyendo del pasado y no haciendo lo que realmente desea por temor a repetir las vivencias en su hogar.
Como se ha comentado al principio de la entrada, Escorpio hace referencia a la relación de los progenitores. Por lo tanto, el nativo, cuando sea adulto, tendrá miedo a formar una pareja o un hogar. No importa cuánto desee formar su propia familia, el temor estará presente porque relacionará el hogar con un lugar conflictivo y el matrimonio con una unión dolorosa que sólo aporta dolor porque están constantemente peleados. Es una constante lucha entre el deseo de formar una familia y sentirse amado por fin, pero saber que esa familia y ese matrimonio tienen los días contados porque todo puede acabar en un abrir y cerrar de ojos.
Probablemente sea una Luna mucho más complicada para los hombres. Especialmente en el ámbito de la pareja, ya que son personas que se aferran a sus compañeros románticos con muchísima fuerza, pero a la vez huyen de ellos porque temen reproducir lo que vivieron en el hogar familiar.
Como es de esperar, esta Luna tiene una conexión especial con lo oculto, lo tabú y lo espiritual. Pueden no dedicarse o no estudiar los temas, pero la curiosidad siempre estará presente.
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