Os recomiendo echar un vistazo a una pequeña introducción sobre la Luna.
Antes de empezar a hablar sobre la Luna en Sagitario, tendremos en cuenta en qué posicionamientos astrológicos, así como otros elementos, puede aparecer dicha Luna:
Los nativos con esta Luna pueden haber sido grandes (tamaño) al nacer, pero el parto, en la mayoría de casos, suele ser sencillo, sin dificultades, y ocurrir en un buen momento familiar en el que hay abundancia de energía. Parecido a la Luna en Leo, el niño es deseado por la familia.La madre vive con optimismo el embarazo, aunque puede tener mucha hambre, y uno o varios viajes pueden ocurrir en este tiempo. Son madres muy activas que no viven el embarazo como una carga o una limitación.
Si no existen aspectos negativos o una Casa 6 mal aspectada, el niño tendrá una gran vitalidad desde pequeño. Un chaval alegre que encontrará el respaldo suficiente para moverse y explorar el entorno. Los adultos a su alrededor le brindarán confianza y le ayudarán a llevar a cabo esa expansión tan típica del signo y, con el tiempo, el niño construirá un espacio propio, donde se sentirá cómodo y le permitirá explorar el mundo que lo rodea. La sensación de libertad estará presente desde la infancia, pero sentirá que siempre tiene a alguien detrás (madre, padre o familia) pendiente de que no le ocurra nada malo. La intervención de los adultos puede ser mínima.
La familia tiene una relación especial con el extranjero y es típico que algunos nativos con la Luna en Sagitario hayan vivido en el extranjero durante la infancia o lo hagan en la adultez. La familia puede ser muy religiosa, espiritual o tener una ideología muy marcada en la que creen con firmeza. La familia es muy importante. Pueden haber educadores entre sus familiares o ser personas con mucha influencia en los niños.
Hay mucha abundancia en la familia, pero, a diferencia de otras Lunas, esta será más afectiva que otro tipo; la creencia de que el mundo es bueno por naturaleza, la confianza desmedida o el buen humor y el optimismo estarán siempre presente, así como la influencia de la religión o la filosofía desde la infancia. La familia, o algún familiar en concreto, contará con un fuerte sentimiento religioso, filosófico o espiritual. Existirá cierta moral o ideología relacionada con la humanidad y el sentido de la vida, y el futuro del niño se verá influenciado por dichas ideologías.
La frustración, el dolor o la decepción suelen vivirse cuando el nativo comienza a ser más independiente de la familia y empieza su vida adulta (o durante la adolescencia). Es probable que el conflicto fuera mínimo en el hogar, pero esto dependerá de qué signo se encuentre en Casa 4 y Casa 10 y, además, los aspectos de la Luna así como el Ascendente del nativo.
Volvamos a retomar el tema de los viajes. Si los progenitores no son aficionados a viajar, uno de sus familiares puede haber viajado mucho o tener un vínculo importante con el extranjero. Desde pequeños tienen una fascinación por los viajes y puede sentirse familiarizado con países extranjeros aunque no los haya pisado nunca.
La Luna en Sagitario tiene ciertas similitudes con la Luna en Leo. No solo en ser un hijo deseado, sino en que tienen esa espontaneidad y vitalidad, así como una profunda confianza en sí mismos, desde el nacimiento (aunque la confianza de ambas Lunas sí se diferencia). En Leo, la persona tiene una valoración positiva de sí misma gracias a su entorno, mientras que en Sagitario ocurrirá lo mismo pero con la vitalidad y una confianza en poder airoso casi permanente. Como ocurre con todas las otras, la Luna en Sagitario necesitará esa libertad y optimismo para sentirse seguro y protegido. Un ambiente en el que no existan ninguna de estas condiciones será un peligro para este nativo.
Para poder actuar con normalidad, los conflictos deben desaparecer de su horizonte. La acumulación de inconvenientes o el dolor pueden ser incomprensibles para el nativo, ya que en su entorno ideal, en el que creció, nada de esto apareció. Ni siquiera se plantea experimentar dolor o frustración. Por ello, cuando algún inconveniente que aporte alguna de esas sensaciones aparezca, la Luna en Sagitario se vuelve miedosa y hace todo lo que está en su mano para que esos obstáculos desaparezcan y todo fluya de nuevo.
El mecanismo de defensa será el siguiente: todos los problemas son insignificantes y los pueden resolverse de cualquier forma. Al no querer tener problemas, los racionalizará hasta negar su existencia y huirá de estos alejándose, moviéndose lejos del núcleo de esos problemas, ya sea viajando o haciendo otra actividad que le aporte placer y lo aparte de esos problemas. Siempre buscando esa libertad y apertura de nuevos caminos que le ayuden a no enfrentar los problemas.
No son las mejores personas para afrontar una crisis. Al estar huyendo de manera persistente de los problemas, estos terminan siendo más grandes con el paso del tiempo y, al final, la Luna en Sagitario no puede solucionarlo con la sencillez que pensó en un principio sería suficiente. Incluso muchas de las posibles soluciones ni siquiera existen. Esto no solo ocurre por ese aplazamiento, sino por la confianza excesiva del propio nativo: todo estará bien y todos me comprenderán.
Al final, esta persona necesita sentir que todo está bien y no hay nada que pueda mermar su positivismo y buen humor. El nativo se siente bien cuando está alegre y despreocupado, así que la aparición de problemas implica la desaparición de su bienestar. Esta necesidad de estar bien siempre puede llevarlo a negar la realidad en la que vive.
La libertad y la abundancia, más energética que no monetaria, son imprescindibles y las necesitará como el oxígeno. Si no tiene esa libertad, abundancia o fluidez, el nativo se sentirá emocionalmente vulnerable y comenzará a negar la realidad para protegerse de un entorno al que no está acostumbrado y, además, solo aporta inseguridad.
No es un buen posicionamiento para el popular “shadow work”. Les cuesta ver la parte negativa de los demás y ellos mismos (tendremos que tener en cuenta otros posicionamientos y qué aspectos comparte con otros planetas), y tenderá a idealizar la realidad y centrarse en sus dones y talentos sin poner atención a esas sombras a trabajar. Pueden caer en la idealización de ellos mismos y únicamente conectar con su “parte oscura” cuando la vida los pone en situaciones donde ese “trabajo de sombra” es obligado.
El papel de la madre, o na figura materna, será tan significativo como en todas las otras Lunas. La madre tendrá un rol educativo, de guía, de maestra. El niño, cuando sea mayor, se sentirá atraído por esas personas que sean maestros, educadores o guías en algún ámbito, especialmente relacionado con los temas del signo, y les haga “superiores” de alguna u otra forma. Un hombre con esta lunación proyectará en su pareja ese papel de guía y, muy probablemente, se acerque a las personas que haya idealizado previamente.
Se entiende, por lo tanto, que un mecanismo muy típico de esta Luna será la idealización de la realidad, las personas y ellos mismos. Es su manera de protegerse: tapar la realidad con un optimismo desmedido y una alegría que puede parecer infantil. Las ideas y creencias fijas serán uno de los dilemas más grandes. Estas le han acompañado desde la infancia, aportándole seguridad, y será muy complicado que las analice y trate de cambiarlas.
En cuanto algo malo ocurra, la Luna en Sagitario piensa “es algo momentáneo” y buscará otra cosa que le ayude a huir de dicho mal momento. No es sencillo que conecten con el dolor, ya que les obliga a ver la realidad y sus elementos como realmente son y caen en la decepción. Es posible que estas personas se obliguen a borrar esos momentos vergonzosos u oscuros y solo se acuerden de las buenas experiencias.
Aquí también existen diferencias entre Sol y Luna en Sagitario:
- El Sol en Sagitario tiene una potencia y vitalidad contagiosa capaz de cambiar la realidad en la que vive, mientras que la Luna busca escenarios o personas que le garanticen esa vitalidad sin ser el nativo una persona vital. La vitalidad de la Luna en Sagitario no es una característica como sí ocurre en el Sol, sino más bien un elemento necesario para su bienestar.
- El Sol en Sagitario, aunque le cueste vivir experiencias donde no se sienta capaz de fluir, sí puede conectar con el dolor o la frustración de una situación.
- El Sol en Sagitario también puede tener demasiada confianza en sí mismo, pero esa misma confianza es, para la Luna, un autoengaño que le ayuda a idealizarse.
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