sábado, 5 de febrero de 2022

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Introducción a Saturno

La idea del sacrificio es básica en Saturno. No importa en qué signo se encuentre este planeta: siempre habrá algún tipo de restricción o disminución que se podrá solucionar con el correspondiente sacrificio. La posición de nuestro Saturno anuncia qué parte de nuestro Ego debe oscurecerse: una parte de nuestra fuerza interior se negará a colaborar con el plan establecido para nosotros en esta encarnación y, al final, debemos oscurecer, caer al vacío, para manifestar todo lo que hemos venido a manifestar en esta encarnación.

Algunos astrólogos consideran este planeta como maléfico. Sin embargo, no siento que Saturno sea tan negativo como algunos pintan, sino un planeta responsable que no permite fallos porque, al final, esos fallos nos pueden perseguir en vidas futuras. Saturno es, al final, un padre estricto que quiere llevarnos sea como sea por el buen camino y nos empujará hacia nuestro destino queramos o no. El individuo debe ir de la mano con su Saturno y reconciliarse, pero no verlo como un demonio que no le permite ser flexible y decidir por sí mismo. 

El libre albedrío siempre estará presente en nuestra vida. Es verdad que algunas situaciones pueden repetirse incontables veces para que "paguemos" lo prometido antes de volver a la Tierra, pero la persona siempre tiene la opción de no cumplir con su misión o programa de vida y hacer uso de su libre albedrío. No obstante, y dependiendo de cuánto crea en el Karma, el trabajo no cumplido le perseguirá en el futuro. 

Saturno está relacionado con dos signos: Acuario y Capricornio. Además, tendremos en cuenta otras posiciones como su exaltación en Libra, su exilio en Cáncer y su caída en Leo

En Acuario, Saturno es positivo (masculino) y aporta inteligencia activa, estructura el pensamiento y ayuda a que los pensamientos acaben manifestándose en la realidad del individuo. Aquellos que tengan los materiales y la mentalidad correcta podrán manifestar ideas del mundo superior en el mundo físico. Aquí tendremos los inventores, los descubridores o los que trabajen por el futuro.

Por otro lado, Saturno actúa en el presente-futuro en Capricornio, y por tanto actúa desde su polaridad negativa (femenina). Con la fuerza de Capricornio, Saturno instituye nuestro destino. Saturno le dará al individuo el escenario, el entorno o la realidad en la que debe vivir. Este escenario se entregará dependiendo del tipo de necesidades formadas durante nuestro pasado (ese karma que debemos pagar en esta vida) y las necesidades para cumplir nuestra misión de vida en esta encarnación. Una vez establecido este escenario, nuestra vida se desenvolverá dentro de él, pero seremos libres (libre albedrío) de decidir los detalles que completarán este escenario: personas, experiencias, etc. 

A diferencia de Júpiter, Saturno nos hablará sobre cuán pesimistas somos y en qué ámbitos de nuestra vida tendemos a tener una visión pesimista. También indicará nuestra disciplina y responsabilidad: si somos personas constantes o, por el contrario, empezamos algún proyecto para no terminarlo jamás. 

Dependiendo de la posición de Saturno, podemos encontrarnos con personas que hayan tenido una vida complicada o, simplemente, hayan tenido que madurar demasiado deprisa. Este planeta puede indicar el grado de madurez una persona

Por otro lado, la casa terrestre donde lo encontremos puede indicar dónde tendremos más restricciones. Otras personas lo denominan: allí donde debemos enfrentar el Karma de otra vida. Por ejemplo, un Saturno en Casa 5 habla sobre problemas en las creaciones; es posible que empiece muchas cosas sin terminar ninguna; los placeres y las relaciones amorosas pueden ser reducidas o tener problemas para disfrutar de esos amores espontáneos; los hijos serán un frente importante y le limitarán muchísimo, e incluso puede tener problemas para concebir. 

Los malos aspectos planetarios de Saturno presagian una vida escabrosa, difícil o llena de peligros. Probablemente tenga un destino complicado y lleno de dificultades. Además, nos hablará de personas duras, rígidas y poco emocionales, al menos exteriormente, muy pesimistas y, en algunos casos, depresivos.

La relación de Saturno con los demás planetas de nuestra carta define nuestra capacidad para manipular nuestro destino e interpretar las lecciones o mensajes de nuestros superiores, del Universo.

Por tanto, nuestro Saturno habla de:

  • nuestra capacidad de crear,
  • nuestra disciplina,
  • cómo funciona la justicia en nosotros
  • y nuestro karma.

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