Los signos de fuego son portadores de energía, acción, dinamismo, entusiasmo, poder organizador, movilidad y afán de lucha. El atributo principal de la tríada de fuego es la voluntad.
Aries es un signo cardinal, un signo de penetración de fuerzas, y el primero de la tríada de fuego. No sólo esto, sino que Aries es el primero del Zodíaco, así como de los elementos al ser el primero de los de fuego. Puede definirse como la puerta entre las fuerzas divinas y el individuo, y a través de dicha entrada penetra el designio divino en nosotros.
Con este signo comienza toda creación. Todo lo existente en el universo se ha elaborado a través de este. La esencia principal de Aries es la voluntad y ésta será el primer atributo de nuestra divinidad interna. Por lo tanto, a partir de Aries lo divino que existe en nosotros llega hasta nuestra personalidad para plantar en ella el designio divino.
Las características principales de Aries son el inicio, la renovación y la aceleración. El ariano se siente atraído por la novedad (lo que parezca una aventura o un reto) y no son buenos aceptando consejos porque quieren experimentarlo todo o creen saberlo de antemano. La presencia de Aries será fundamental para que cualquier proyecto pueda iniciarse, pero su interés en el proyecto irá desapareciendo a medida que éste avance. A diferencia de otros signos, disfrutan encontrando obstáculos en su camino, ya que estos no les someterán y les ayudarán a continuar (totalmente relacionado con Marte, su planeta regente).
En Aries, el individuo recibe su misión de vida de las manos del Universo, y lo desarrollará durante toda su existencia terrenal por medio de las once fuerzas restantes representadas por los demás signos. El ariano no es consciente de la razón detrás de los proyectos que lleva a cabo ni de ser portador de un designio divino. El nativo sólo sabe que ha venido al mundo para crear algo nuevo y se lanzará para concretarlo.
No tiene la fortuna o la felicidad como objetivo principal, sino ser el primero en aquello que desea crear. A pesar de tener esa ambición, no son los indicados para, por ejemplo, permanecer al frente de una empresa o tener un trabajo "de oficina" de por vida. Su misión no tiene a la estabilidad entre sus principales, ya que Aries no está dentro de ninguna fase de estabilidad como otros signos, sino que necesitará cambios laborales o crear nuevos proyectos constantemente. El ariano ha venido a este mundo para ser el principio, pero no para conservar lo creado.
Los arianos son importantes para cualquier tipo de proyecto que se inicia, ya que aportarán entusiasmo y confianza en el resultado final, así como una voluntad infranqueable. Cuando el proyecto se consolide, Aries comprenderá que su papel ha terminado y marchará a ser el principio de otro. Esto, además, puede aplicarse en otros ámbitos de su vida.
No suelen pensar en las consecuencias de sus actos y esa actitud les convierte en el centro de críticas. A parte de su temperamento impulsivo y combativo que aviva la idea de "primero actuar, después pensar". Tan impredecibles que harán aquello que nadie esperaba de ellos.
Tampoco se caracterizan por ser personas diplomáticas porque prefieren ir directos al asunto a tratar. Es un ser directo y, cuando debe de hacer algo, expone todo lo que tiene sin saber el punto medio de las cosas (todo es blanco o negro).
Necesitan estar haciendo cosas todo el tiempo, la monotonía les aburre, y sentirse útiles es imprescindible. El hecho de no ser útiles les hará sentirse frustrados o decaídos.
Los arianos son los más próximos a la divinidad, pero la comunicación con ésta nunca será una conquista del alma porque es un don preconsciente en ellos. El vínculo que une al ariano con la divinidad, como si fuera un cordón umbilical, no ha sido cortado y por éste viajarán los mensajes espirituales, aunque él o ella no sea completamente consciente. Es por esto que, cuando un ariano se encuentre perdido, la divinidad lo sacará de la incertidumbre y lo llevará hacia la dirección correcta. A causa de esta conexión, la divinidad utiliza a los arianos como instrumento para romper reglas y hacer que la creación continúe, y tan importante es esta misión, ser el principio y plantar la semilla, que es normal que se les conceda cierta protección.
Si tenemos muchos planetas en Aries o en nuestra Casa 1, el designio se multiplicará. El ariano percibirá algo en su interior que le obliga a crear desde cero y vivirá cumpliendo esa misión allá donde vaya: tendrá muchos proyectos que cumplir. Son personas que pueden caracterizarse por no tener una vida organizada y ser alguien errante al que nada ni nadie consigue atar. Tanto en este caso, como en el de tener malos aspectos, se recomienda que el nativo practique algún deporte que le ayude a descargar la cantidad de energía en él o ella.
Los malos aspectos sobre los planetas en este signo impedirán que la persona perciba con claridad el mensaje de la divinidad y no lleve a cabo su misión con precisión. En el transcurso de su vida, el ariano se desviará del camino correcto y actuará en oposición a su programa de vida. Por ejemplo, un ariano con un Sol o Marte mal aspectados, incluso carente de aspectos, debilitará las características expuestas y el individuo será alguien con una voluntad inexistente o torcida.
Todos tenemos a Aries en alguna de las casas de nuestra carta natal, que nos indicará el ámbito en el que debemos crear cosas nuevas dejándonos llevar por los impulsos y la inspiración repentina.
No obstante, debemos tener en cuenta que el signo no es uno de los más sencillos al ser un signo que nos lleva a comenzar de nuevo. Los arianos pueden sentirse poco acompañados al tener que empezar de cero en todos los sentidos de la palabra y no traer a personas con las que compartir su misión. Se recomienda a los arianos, especialmente Sol y Ascendente, la unión con los signos de fuego y Géminis y Acuario. La relación será fluida con estos signos y en Libra pueden encontrar al compañero o compañera de vida perfecta (desde un punto de vista evolutivo). Los cancerianos y los capricornianos serán con los que menos se entiendan, pero deberá tenerse en cuenta toda la carta natal para dar una respuesta concluyente. Es importante, pese a todo, que el ariano se integre en la sociedad y no haga uso excesivo del individualismo.
Primer decanato
Si tenemos el Sol en Aries, estos serán los nativos nacidos, aproximadamente, del 21 al 31 de mayo. Este decanato está regido por Marte, regente de Aries.
Los arianos del primer decanato comienzan un nuevo ciclo de experiencias. El individuo finalizó un ciclo tras vivir como virgiano y, por ende, pasar por todos los elementos (fuego, agua, aire y tierra). Al haber dado fin a una lección experimental como tal, el ariano deja atrás los amigos que le han acompañado en otras etapas, sus relaciones pasadas, incluso esos amores que lo acompañaron, porque ahora debe empezar de cero con todo.
Esta serie de nuevas experiencias pueden hacer que el ariano se sienta solo o fuera de lugar, ya sea en su familia, ciudad, grupo de amigos, etc. Por eso, es normal que el ariano del primer decanato se marchen jóvenes o abandonen su hogar, la familia, el país y busquen su lugar en otro lado. Probablemente, el ariano esté buscando a aquellos que lo acompañaron en encarnaciones anteriores, los que le harán sentirse que pertenece a algún sitio, pero nunca se sentirá "natural" porque el ariano debe empezar de nuevo y no volver a atrás. Incluso con personas que alguna vez compartieron vínculo con él o ella. Esta actitud la percibirá como una traición a su destino.
Los planetas que se encuentren en los diez primeros grados de Aries indican que se está empezando algo nuevo en esa área de nuestra vida. Hay un nuevo designio, una nueva semilla, y el planeta en cuestión anuncia que el ariano empezará algo que no terminará él o ella, sino otros que vendrán detrás.
Recordemos lo dicho sobre el Aries en general: es un signo cardinal y viene a empezar cosas, pero no a continuarlas. Es posible que algunos arianos sientan el abandono de algo creado como injusto, pero su destino es ese y, aunque parte de ellos no lo quieran, se verá empujado a dejar ese proyecto para empezar algo nuevo en otro lugar. Debe comprender que todos somos ladrillos para construir el edificio del mundo. Sin embargo, no todos somos el mismo tipo de piedra y algunas permanecerán más tiempo que otras, pero no por favoritismo, sino porque esa es su función.
Hasta que no entienda su misión como individuo del mundo, el ariano vivirá incómodo y sin comprender por qué su vida se rige así.
La persona con uno o más planetas en este decanato describe a la persona fiel a su divinidad interna y sus actos serán incomprensibles para muchos, y las críticas estarán siempre presentes, pero sentirá su espalda cargada al estar en constante misión de creación. Si el ariano permite que la misión se lleve a cabo a través de él, será el portador de voluntad y la llevará allá donde sea necesaria.
Es la persona que aporta fe en un nuevo proyecto. No importa cuán complicado sea, él o ella tendrá fe en la creación y pondrá toda su voluntad en que así sea. Él o ella dará ánimos a sus compañeros y los empujará a trabajar en la construcción o proyecto, porque el ariano rocía esperanza y encamina a los suyos a grandes realizaciones.
Los aspectos negativos (oposición, cuadratura y/o quincuncio) anuncian obstáculos para cumplir la misión. Esto se traduce en que la energía que debía utilizarse para llevar a cabo su propósito, quedará almacenada en su interior y, al no poder ser exteriorizada a través de nada, el ariano vivirá constantes desajustes interiores y puede explosionar sorpresivamente allá donde vaya. El ariano hará que el caos en su interior ocurra en el exterior, ya sea por comportamientos fuera de la norma o recibiendo el rechazo de todo el mundo. Será la persona con la que no se puede convivir por su temperamento.
El ariano del primer decanato es alguien a quien no se podrá atar fácilmente. El individuo errante que busca empezar algo en cualquier sitio. Sin embargo, es importante que el ariano se centre en el presente y no vuelva a las personas o situaciones pasadas, ya que su evolución se vería mermada y en la siguiente vida repetirá siendo un ariano del siguiente decanato.
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