Mercurio es el canal para expresar el pensamiento al mundo. También hablamos de la memoria consciente: experiencias que pasan por la conciencia. El estado de ese Mercurio nos dirá la facilidad o dificultad que encontrará el individuo para expresar su pensamiento. Dependiendo del elemento, nos dirá en qué dominio actuará:
- en las emociones si es agua (Cáncer, Escorpio, Piscis),
- en el pensamiento si es aire (Libra, Acuario, Géminis),
- en lo material si es tierra (Capricornio, Tauro, Virgo)
- y en el inconsciente si es fuego (Leo, Sagitario, Aries).
Mercurio nos permite discernir qué es lícito y qué no. Este planeta abre las puertas de nuestra mente a realidades superiores. Mercurio es el iniciador y su posición en nuestra carta natal indica la capacidad del individuo para comprender la relación de las cosas, una característica de la inteligencia. Lo que está arriba está relacionado con lo que está abajo, por lo que Mercurio ayudará a identificar lo que está debajo y lo que está arriba (ciencia de las analogías).
Una buena posición de Mercurio en nuestra carta natal indicará que el individuo posee una maravillosa capacidad de análisis, crítica, síntesis y discernimiento. La inteligencia del Universo comienza dentro de nosotros junto con la energía femenina, que es la primera que nace dentro de nosotros para entender el mundo en el que vamos a encarnar.
Es normal que, de la misma forma que ocurre con el Ascendente, nuestro Mercurio sea una de las características de nuestra carta natal que mostremos primero. Nuestro Mercurio no es sólo nuestro pensamiento o la manera en la que procesamos la información, sino también nuestra forma de comunicarnos y tomar decisiones. Es nuestra mente, así que este planeta se mostrará cuando conversemos con alguien, ya que no todos los Mercurios hablan o eligen las mismas palabras para dialogar.
La coordinación de nuestras virtudes también viene regida por Mercurio, así que un Mercurio mal aspectado puede anunciar problemas para hablar (tartamudeos, ceceo, no poder pronunciar ciertas letras...); una mala coordinación entre mente y habla (la persona piensa demasiado rápido y no sabe cómo materializarlo en palabras), o problemas en el sistema nervioso o cerebro (regidos por el planeta).
No sólo eso, sino que también puede indicarnos si el individuo es un buen aprendiz (estudiante) y cómo son sus procesos mentales (tanto abstractos como concretos). Si es una persona hiperactiva mental y físicamente: esas personas que están haciendo diez cosas a la vez o no pueden estar sentadas durante mucho rato.
Mercurio trabaja con las fuerzas de Géminis y Virgo. En Géminis, Mercurio es positivo (masculino) y nos ayuda a exteriorizar nuestras ideas en el mundo material. Por el contrario, a través de Virgo es negativo (femenino) y anunciará el final de un ciclo y la comprensión de una lección para el inicio de un nuevo ciclo.
- Un Mercurio potente (en signos de dominio como Géminis o Virgo, o exaltación como Virgo y, según la astrología moderna, Acuario) y con buenos aspectos indicará que el programa de vida se realizará sin obstáculos.
- Un Mercurio exiliado (Sagitario) o caída (Piscis) y con malos aspectos, por el contrario, indicará que el individuo se resistirá o encontrará obstáculos para realizar su misión.
También deberá tenerse en cuenta el estado de ese Mercurio para saber si la persona tendrá buena o mala memoria. Los aspectos con otros planetas personales serán de gran ayuda.
Dependiendo del signo, ya que suele ser más evidente en unos que otros, podemos saber si la persona es puntual o no. Por esta razón, cuando Mercurio está retrógrado llegamos o llegan tarde a encuentros del tipo que sean.
Por otro lado, nuestro Mercurio puede decirnos qué tipo de voz tenemos (una voz agradable o no), así como nuestro estilo de comunicación (si somos agresivos, suaves, demasiado técnicos o ambivalentes) ya sea oral o escrito.
Por último, los viajes cortos los encontraremos aquí. No los cambio de residencia, ya que eso lo relaciono más con la Luna (el hogar), sino esos viajes que hacemos de manera cotidiana al trabajo, al colegio o la universidad, por ejemplo.
Los malos aspectos de Mercurio empeorarán las funciones intelectuales del individuo. En primer lugar, dificultará la capacidad de distinguir lo que es apropiado y lo que no: la persona no sabrá ver las oportunidades que puede aprovechar o, simplemente, se reducirá su función inteligente. Por otro lado, el individuo no sabrá aprender de las experiencias vividas y eso lo llevará a encontrarse dos veces con los mismos obstáculos, ya que no es capaz de aprender la lección y cerrar ciclos. Tampoco tendrá las facultades necesarias para poder comunicarse con su ser superior o se encontrará en situaciones en las que no pueda usar todo su potencial mental.
Un Mercurio mal aspectado anuncia una persona quisquillosa, indecisa y muy indecisa. Al mismo tiempo, los malos aspectos pueden dar personas con gran inteligencia, pero usada para fines ilícitos como ladrones, estafadores, falsificadores... A parte del nerviosismo, inestabilidad (especialmente si está mal aspectado con la Luna), neurosis o locura.
Un Mercurio bien aspectado habla sobre personas curiosas, comunicativas, sin problemas a los cambios. Serán personas muy inteligentes, con buena memoria, hábiles tanto en mente como el habla o la escritura, adaptables a cualquier situación (recordemos que los signos que rige son signos mutables: Géminis y Virgo).
Por tanto, nuestro Mercurio nos habla de:
- en algunos casos puede referirse a nuestros hermanos,
- nuestra capacidad de pensar, hablar, aprender y razonar,
- nuestra relación con la tecnología,
- nuestros viajes cortos,
- nuestra inteligencia (potencial mental)
- y cómo nos comunicamos con los demás (estilo de comunicación).
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